En tiempos de Herodes, rey de Judea, habia un sacerdote llamado Zacarias, del turno de Abias. Su mujer era de la descendencia de Aarón y se llamaba Isabel. Ambos eran realmente buenos ante Dios y llevaban una conducta intachable en conformidad con todos los mandamientos y ordenes del Señor. Pero no tenían hijos, porque Isabel era estéril; ademas, eran ambos de avanzada edad.
Sucedió pues, que, mientras él estaba de servicio delante de Dios, según el orden de su turno., le toco en suerte, conforme a la costumbre litúrgica. entrar en el santuario del Señor para ofrecer el incienso. Y mientras ofrecia el incienso, todo el concurso del pueblo se encontraba afuera, orando.
Entonces se le aparecio el Angel del Señor, puesto en pie, a la derecha del altar del incienso. Zacarias, al verlo, se turbo y lo invadio el miedo. Pero el angel le dijo:
Jan Van Eyck: Angel de la Anunciacion. Retablo del Cordero Mistico. Catedral de San Bavón, Gante (S.XV)
"No temas, Zacarías que tu oración ha sido escuchada: tu esposa Isabel te dará un hijo, al que llamarás Juan. Para ti será motivo de gozo y alegría, y muchos se alegraran de su nacimiento. Porque será grande a los ojos del Señor; jamás beberá vino ni bebida embriagante, estará lleno del Espíritu Santo desde el seno de su madre, hará que muchos hijos de Israel vuelvan al Señor, su Dios, e irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer que el corazón de los padres vuelva hacia los hijos. y que los rebeldes vuelvan a la sensatez de los buenos, a fin de preparara al Señor un pueblo bien dispuesto."
Entonces Zacarías dijo al ángel: "¿En qué conoceré esto? Porque yo ya soy viejo, y mi mujer de avanzada edad."
El ángel le contesto:
"Yo soy Gabriel, el que está en la presencia de Dios y he sido enviado para hablar contigo y anunciarte esta buena noticia. Pero mira, te vas a quedar mudo y sin poder hablar hasta el día en que se realicen estas cosas, por no haber creído en mis palabras, las cuales se han de cumplir a su tiempo."
Entretanto, el pueblo estaba esperando a Zacarías y se extrañaba de que se entretuviera tanto dentro del santuario.
Cuando por fin salió, no podía hablarles, y entonces comprendieron que había tenido en el santuario alguna visión. El intentaba explicarse por señas, pues seguía mudo. Y cuando terminaron los dias de su servicio litúrgico, regreso a su casa.
Después de aquellos días, su esposa Isabel concibió, y se mantenía oculta durante cinco meses, diciéndose: "Así lo ha hecho el Señor conmigo, cuando le ha parecido bien acabar con mi descrédito ante la gente."
ORACIÓN A SAN GABRIEL
Dios Señor nuestro, imploramos tu clemencia para que habiendo conocido tu Encarnación por el anuncio del arcángel San Gabriel, con el auxilio suyo consigamos también sus beneficios. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
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